«Es el perro más bueno del mundo». «Jamás ha mordido a nadie». «Juega con todos los niños». Si eres dueño de un perro, seguro que has pronunciado estas frases con orgullo. Y, en el 99,9% de los casos, tienes toda la razón. Amamos a nuestros perros porque conocemos su nobleza y confiamos en ellos.
Pero la historia de Max y sus dueños, la familia Pérez, es un recordatorio de que la palabra «accidente» existe precisamente porque nadie tiene la intención de que ocurra.
Un Día Normal en el Parque
Max es un Golden Retriever de 4 años, conocido en su barrio por su carácter juguetón y sociable. Un sábado por la tarde, en el parque, mientras corría tras una pelota, un niño pequeño se cruzó inesperadamente en su trayectoria. Max, en su carrera, se asustó y, para evitarlo, dio un respingo, con la mala fortuna de que derribó al niño. No fue un ataque, ni un gruñido, ni un mordisco. Fue un simple y desafortunado accidente.
El resultado: el niño sufrió una fractura de cúbito y radio en su brazo derecho.
El Desglose de una Pesadilla de 12.000€
Lo que empezó como un susto se convirtió rápidamente en una catástrofe financiera para la familia Pérez, que no tenía un Seguro de Responsabilidad Civil. Aquí es donde el cariño y las buenas intenciones dejan de ser suficientes. Los costes se acumularon de la siguiente manera:
- Gastos Médicos Inmediatos (~1.500€): El coste de la primera visita a urgencias, las radiografías, la colocación de la escayola y las consultas de seguimiento no estaban totalmente cubiertos por el seguro básico de la familia del niño.
- Rehabilitación y Fisioterapia (~2.500€): La recuperación del niño requirió varios meses de fisioterapia especializada para recuperar la movilidad completa de su brazo.
- Indemnización por Daños y Perjuicios (~8.000€): Tras un proceso de mediación, y para evitar un juicio más costoso, se acordó una indemnización a la familia del niño por el sufrimiento, las molestias, los días de colegio perdidos y el impacto emocional del accidente.
- Costes Administrativos y Legales (~500€): Gastos de gestión y asesoramiento durante el proceso.
Total a pagar del bolsillo de los Pérez: 12.500 euros. Una cifra que desestabilizó por completo su economía familiar.
Tu Responsabilidad es Absoluta
La ley es muy clara: como dueño, eres el responsable civil de cualquier daño que tu perro pueda ocasionar, incluso si no ha habido ninguna agresividad. Un tropiezo, un arañazo por jugar, o incluso provocar un accidente de tráfico si se escapa.
Protegerte de una situación que puede cambiar tu vida no es una opción, es una necesidad.
La decisión más inteligente es tener un escudo que te proteja. Un seguro de Responsabilidad Civil cubre todos estos gastos, defendiendo tus intereses y asegurando que la víctima reciba la compensación que le corresponde sin que tú tengas que hipotecar tu futuro.
El coste de esa tranquilidad es de menos de 5€ al mes.
No pienses si tu perro es «bueno» o «malo». Piensa que la vida es impredecible. Protege a tu familia de los «y si…».
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