Impuesto por tener perro en España: una realidad en Europa y sus posibles beneficios.
En España, la conversación sobre la tenencia responsable de animales de compañía, especialmente perros, está más viva que nunca.
Con la reciente Ley de Bienestar Animal, se han introducido cambios significativos en las obligaciones de los propietarios.
Sin embargo, hay un debate que sigue abierto y que en otros países de Europa es una realidad consolidada: el impuesto por tener perro.
Aunque en España actualmente no existe un impuesto nacional obligatorio por la tenencia de mascotas, sí que es una figura que se aplica en diversas naciones de nuestro continente con resultados positivos.
¿Podría ser esta una solución viable para mejorar la infraestructura y los servicios destinados a nuestros amigos de cuatro patas en nuestro país?
Analicemos cómo funciona en otros lugares y qué beneficios podría traer.
¿Cómo funciona el impuesto por tenencia de perros en otros países?
Lejos de ser una idea novedosa, la aplicación de un impuesto a la tenencia de perros es una práctica extendida en varios países europeos.
El objetivo principal es regular la población canina, fomentar la tenencia responsable y, crucialmente, recaudar fondos que se destinan a mejorar las condiciones y servicios para los propios animales y para la convivencia con los ciudadanos.
Tomemos como ejemplo algunos de estos países:
- Alemania: Es uno de los ejemplos más conocidos. Aquí, la mayoría de los municipios cobran un «Hundesteuer» o impuesto sobre perros. La cuantía varía considerablemente de una ciudad a otra y puede depender del número de perros que se tengan, e incluso de la raza (los considerados «perros de pelea» suelen tener una tasa más elevada).Los fondos recaudados se utilizan a menudo para la limpieza de las calles, la creación y mantenimiento de parques caninos, y el apoyo a refugios de animales.Por ejemplo, en Múnich, el coste puede ser de unos 100 euros anuales por el primer perro, ascendiendo si se tienen más, y pudiendo llegar a los 800 euros para razas específicas.Algunos perros, como los de asistencia o los provenientes de protectoras, pueden tener exenciones o reducciones.
- Suiza: En este país, el impuesto por tener perro también es común y su cuantía suele variar entre los 100 y 200 euros anuales, dependiendo del cantón o municipio, y en algunos casos, del tamaño y peso del animal.Es un requisito anual, y además, es obligatorio registrar al perro en la localidad de residencia y que el animal cuente con microchip.La recaudación se destina a servicios locales, como el control de la población canina, la limpieza de espacios públicos o el mantenimiento de zonas verdes.
- Países Bajos: Al igual que en Alemania y Suiza, Holanda cuenta con este impuesto, cuya cuantía oscila generalmente entre los 60 y los 150 euros anuales, dependiendo de la ciudad.Ciudades como Rotterdam pueden tener una tasa más elevada.La finalidad es similar: contribuir a la gestión de los servicios relacionados con los animales de compañía.
- Austria: En Austria, la capital, Viena, tiene un impuesto por perro que ronda los 40-50 euros anuales.Curiosamente, en Viena, incluso se ha introducido un permiso o examen para propietarios de perros, cuyo coste puede ser de unos 25 euros, y que, si se aprueba, puede eximir del pago del impuesto anual.Esto busca fomentar la educación y la responsabilidad cívica.
En todos estos casos, la clave es que no se trata de una medida punitiva, sino de una forma de que los propietarios contribuyan directamente al bienestar de la comunidad animal y a la infraestructura necesaria para una convivencia armoniosa entre humanos y perros.
¿En qué se podría usar el dinero de un impuesto por tener perro en España?
La implementación de un impuesto por tenencia de perros en España podría canalizar importantes recursos hacia fines muy necesarios.
Las posibilidades son amplias y podrían transformar la vida de los perros y sus humanos en nuestro país:
- Mejora y creación de infraestructuras: Podría financiarse la construcción y el mantenimiento de más y mejores parques caninos, equipados con zonas de juego seguras, fuentes de agua potable y áreas de sombra.También se podría invertir en la instalación de más papeleras específicas y expendedores de bolsas para excrementos en espacios públicos.
- Limpieza y salubridad: Una parte sustancial de la recaudación podría destinarse a reforzar los servicios de limpieza urbana, especialmente en lo que respecta a la recogida de excrementos y la desinfección de zonas frecuentadas por perros, contribuyendo a mantener nuestras ciudades más limpias y salubres.
- Apoyo a refugios y protectoras: Los centros de acogida de animales y las protectoras realizan una labor encomiable, pero a menudo se ven desbordados.Un impuesto podría proporcionar financiación vital para cubrir los gastos de alimentación, atención veterinaria, esterilización y programas de adopción, reduciendo el abandono y mejorando las condiciones de los animales en espera de un hogar.
- Campañas de concienciación y educación: La tenencia responsable no solo implica cubrir las necesidades básicas del animal, sino también educar a los propietarios sobre la importancia del civismo, la recogida de excrementos, el control de la natalidad y la prevención del abandono.Parte de los fondos podrían ir a campañas informativas y programas educativos.
- Programas de control de colonias felinas y salud pública: Aunque hablemos del impuesto a perros, una gestión integral del bienestar animal podría contemplar la financiación de programas de control de colonias felinas (método CER – Captura, Esterilización, Retorno) y otras iniciativas de salud pública veterinaria que benefician a toda la comunidad.
- Atención veterinaria subvencionada o ayudas para esterilización: Para fomentar la salud y el control demográfico, se podrían ofrecer ayudas directas o subvenciones para la esterilización y castración, así como para tratamientos veterinarios básicos a familias con menos recursos, asegurando que todos los animales tengan acceso a la atención que necesitan.
Un paso hacia una tenencia más responsable y sostenible
La idea de un impuesto por tener perro genera opiniones encontradas, es cierto.
Sin embargo, si se implementa de manera justa y transparente, destinando los fondos a mejorar directamente la vida de nuestros animales y la convivencia en nuestras ciudades, podría ser un paso fundamental hacia una sociedad más responsable y respetuosa con los animales.
La experiencia de países como Alemania, Suiza o Países Bajos demuestra que, bien gestionado, este tipo de tributo no solo es viable, sino que se convierte en una herramienta eficaz para garantizar el bienestar animal y optimizar los servicios públicos asociados a la tenencia de mascotas.
En Appmypets, nuestra misión es simplificar la vida de los tutores de mascotas, y herramientas como el Pasaporte Digital o el Mapa Pet Friendly nacen de esa vocación.
Creemos que cualquier medida que fomente la responsabilidad y el bienestar animal, y que se traduzca en una mejora real para nuestros compañeros peludos, merece ser considerada seriamente.
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