Es desgarrador pensar que una mascota que ha sido parte de la familia de repente se convierte en un estorbo. Las razones detrás de este acto inhumano son diversas, pero casi todas se resumen en una palabra: irresponsabilidad.

• Falta de planificación vacacional:

  Este es, quizás, el motivo más común en verano. La pregunta «¿quién se queda con el perro/gato mientras estamos de vacaciones?», no debería surgir en el último momento. Muchos tutores no investigan opciones como residencias caninas, cuidadores profesionales, o la posibilidad de viajar con su mascota a destinos pet friendly.
• Camadas no deseadas: La falta de esterilización es un problema grave que conduce a un exceso de nacimientos de cachorros y gatitos que luego nadie puede o quiere asumir. Estas crías, a menudo, acaban en la calle o en protectoras desbordadas.
• Problemas de comportamiento: Un perro que ladra mucho, que rompe cosas, que no sabe pasear con correa… A menudo, estos comportamientos son el resultado de una falta de educación, socialización y estimulación adecuada. En lugar de buscar ayuda profesional o dedicar tiempo a corregirlos, algunos tutores optan por la vía fácil del abandono.
• Situación económica: Aunque es una razón comprensible en tiempos difíciles, siempre hay alternativas antes de llegar al abandono. Las protectoras ofrecen ayuda, existen bancos de alimentos para animales y muchas comunidades tienen programas de apoyo.
• Pérdida de interés o capricho: La triste realidad de haber adoptado o comprado una mascota sin ser consciente del compromiso a largo plazo. Lo que era un «cachorro divertido» o un «regalo» se convierte en una carga cuando crece o requiere más atención de la esperada.
• Desconocimiento de la Ley: Aunque la ley de protección animal es cada vez más estricta en España, con multas elevadas e incluso penas de prisión para el abandono y maltrato, aún hay quienes ignoran o minimizan las consecuencias legales y éticas de sus actos.

En este post, ya te dábamos cifras…